Cientos de cruces al borde del Camino nos recuerdan que el paso por este y por el Camino de la vida, están llenos de momentos de sacrificio y sufrimiento, pero al final de la jornada, de la etapa, de la vida, esta la recompensa que lo justifica todo.
Dedicado a mis amigos con los que comparto los buenos y los malos momentos.
Por nuestro grupo de matrimonios, no digo los nombres que se me olvidara alguien. Esta tarde rezare en la Catedral de Burgos por vuestras necesidades.