En la historia del Camino de Santiago, existen un montón de tradiciones, algunas de ellas siempre me llamaron mucho la atención:
En los siglos finales del gran auge del Camino Jacobeo (siglos XIV y XV) hay otra modalidad de peregrino, son aquellas personas, (generalmente hombres), que «hacen el camino» por encargo de un tercero, tal es el caso de nobles, burgueses y artesanos, que habiendo prometido peregrinar a Santiago, no pueden cumplir con este voto debido a las razones de su estado o de su actividad profesional. A estos hombres que hacen la peregrinación por encargo de otros, se les conoció con el apodo de «palmeros» (portadores de un ramo de palma) o bordoneros (portadores del bordón o bastón de la persona que les encomienda la peregrinación).
La peregrinación por otro : peregrinaje póstumo y vicarial, por manda testamentaria.- Se hacía este tipo de peregrinación por encargo, cuando alguien no podía, no pudo o no quería hacerla. Tenía las mismas gracias espirituales y materiales que las realizadas con las otras intenciones. Aparece esta clase como una figura característica en el cuadro de costumbres testamentarias. Lo que no había podido hacer alguien en vida, quedaba a ejecución de sus herederos. Algunos testamentos preveían que el heredero debería «hacer» o «hacer que se hiciese» una peregrinación a Santiago. El incumplimiento de las dichas mandas testamentarias podía ser sancionado por la autoridad eclesiástica y civil del momento. La peregrinación vicarial estaba asimilada a la anterior. La hace un servidor o un profesional pagado para realizarla en nombre del frustrado peregrino. Más tarde, por extensión del concepto, se propagó a ser vehículo de representación para pueblos y comunidades, que enviaban peregrinos en nombre de esa comunidad para la solicitud de alguna petición interesada, como es el caso de las ciudades de Barcelona y Gerona, que enviaron sendas comisiones en los años 1458, 1483, 1507, 1529.
En mi próximo Camino de Santiago en BTT de 2011, me voy a convertir en un «BORDONERO» del siglo XXI y lo voy a realizar por otros, y esta vez no por encargo o por manda testamentaria, sino por obligación moral.
Pretendo realizar mi camino y sacar fondos para colaborar con esta causa:
Reconstrucción del internado y escuela secundaria del Centre Don Bosco – Riobé en Gressier (Haití).
He buscado un proyecto concreto y realizado por alguna entidad que me inspire confianza (los salesianos, con los que me he educado, me la inspiran toda)
No es una idea original, hay muchos peregrinos que han realizado este tipo de actividades antes que yo. Doy las gracias por permitirme utilizar y adaptar su idea a Juan Ra (un compañero bicigrino, a quien previamente le pedí permiso).
Pretendo explicaros con claridad, para qué y para quien irá dirigido, como lo realizaré, detallando las formas de colaboración, pondré una página en la que ireis apareciendo cada uno de vosotros, con vuetra aportación y los pasos dados en cada una de las fases, preparación del camino, realización de este, hasta llegar a la última, aportar los fondos conseguidos para la causa elegida y justificaros cada céntimo de euro donado.
Quiero dejar claro que todos los gastos de la realización del camino, transporte, alojamientos, manutención y otros, corren totalmente por mi cuenta, es decir todo lo recaudado para el proyecto, será donado en su totalidad al Centro D. Bosco de Gressier.
Os animo a seguirme en esta aventura y os invito a participar conmigo.
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